Notas Periodísticas. Edición 16

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Como presidente entregó el cargo Jesús María Alvarado Mendizábal

a su sucesor Ricardo Castro Barillas
 

INSTITUTO DE PREVISIÓN SOCIAL DEL PERIODISTA
CAMBIA CONSEJO DIRECTIVO

ipsplogoHoy 30 de diciembre de 2006, en ceremonia protocolaria celebrada a partir de las 11::00 horas en la sede del Instituto de Previsión Social del Periodista, 11 calle 11-45 zona 1 ciudad de Guatemala, se efectuó el cambio del Consejo Directivo del IPSP.

El maestro de ceremonia, Marco Vinicio Velásquez Herrera dio la bienvenida a los afiliados que en buen número asistieron a presenciar la toma de posesión del Consejo Directivo electo para el período 2006 – 2008; posteriormente se escuchó el Himno Nacional de Guatemala, cantado por la asamblea.

Velásquez Herrera dio a conocer los nombres de los afiliados que han presidido el IPSP desde su fundación en 1990, siendo ellos Julio César Anzueto (1990-1992 –Junta Directiva provisional); Jesús María Alvarado Mendizábal (1993 –Junta Directiva provisional).  Consejo Directivo. Jesús María Alvarado Mendizábal (1994-1996); Víctor Manuel Molina Jaramillo (1996-1998); Saúl David Oliva López (1998-2000); Carlos Larrañaga Gomar (2000-2002); Hugo Rolando López (2002-2004); Jesús María Alvarado Mendizábal (2004-2006).

A continuación se entregó diploma de reconocimiento “por su trabajo desarrollado”, a integrantes de la comisión de asuntos electorales, comisión revisora y precalificadora (de ingresos) y la de legislación de asuntos jurídicos, galardón que fue firmado por los siete miembros del Consejo Directivo saliente.

Fueron distinguidos Gonzalo Loarca Guzmán, Walter Augusto Juárez Estrada, Marco Vinicio Velásquez Herrera, Eduardo Morel Barrios López, Carlos García Urrea, Federico Guillermo Sillva Sagarminaga, Hernán Sandoval Morales, César Augusto Espinoza Mazariegos y Ramiro Ortega Rodríguez 
 
Alvarado Mendizábal procedió a leer su discurso de entrega como presidente del Consejo Directivo 2004-2006 (que reproducimos literalmente más adelante).

A continuación, Alvarado Mendizábal tomó el juramento al presidente entrante Ricardo Castro Barillas, procediéndose de igual manera con los otros integrantes del Consejo Directivo período 2006-2008, entregándoseles el botón distintivo del cargo.

Ya en posesión de sus cargos, correspondió a Castro Barillas leer su discurso (reproducido líneas más adelante) y al terminarlo, procedió a finalizar la asamblea ofreciéndose a los presentes un refrigerio donde en las conversaciones habituales abundaron los deseos de un feliz y próspero año 2007.

Consejo Directivo entrante

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De izquerda a derecha: presidente, Ricardo Castro Barillas; vicepresidente, Carlos Larrañaga Gomar; vocal I, Mario Roberto Adler Rochmann; vocal II, Ana María Rocha Contreras;: vocal III, Federico Guillermo Silva Sagarminaga; secretario, Eduardo Morel Barrios López; tesorero, Leonel Armando Guerra Saravia. 

Consejo Directivo saliente

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En el orden usual, presidente, Jesús María Alvarado Mendizábal; vicepresidente, Ricardo Castro Barillas; vocal I, Salvador Augusto Bonini; vocal II, Mario Monterroso Mirón; vocal III, Carmen Escribano Paños de de León;  secretario, Mario Roberto Adler Rochmann; tesorero, Óscar Augusto Castellanos (JTP).

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DISCURSO DE JESÚS MARÍA ALVARADO MENDIZÁBAL AL ENTREGAR LA PRESIDENCIA DEL CONSEJO DIRECTIVO DEL IPSP. PERÍODO 2004-2006
 
Honorable Consejo Directivo.
Señores miembros del Consejo Directivo para el período 2006 2008
Señores afiliados y afiliadas.
Señoras y señores que nos acompañan esta mañana.

Así como toda acción genera una reacción y toda causa tiene un efecto, lo grande principia siendo pequeño y lo complejo surge de lo simple.

En cierta forma, esto ocurre con el Instituto de Previsión Social del Periodista que, para una profunda satisfacción, está en camino de ser grande y ha causado un efecto muy favorable en las familias de numerosos afiliados para quienes es su principal fuente de subsistencia y para otros, constituye valioso apoyo económico que permite aliviar las penas que ocasiona el constante incremento en el costo de la vida.

Deseo citar a estimados colegas con quienes compartimos gran parte del trabajo en el Consejo Directivo para lograr la organización y funcionamiento de esta querida institución cuando fuimos delegados titulares de entidades de prensa: Julio César Anzueto, Primer Presidente; Hugo Rolando López, Vocal con funciones de Tesorero; Donato Santiago Monzón Villatoro sustituido por Benjamín Leonardo Leiva Casasola; José Eduardo Zarco Bolaños sustituido por José Luis Hernández Monroy; José Antonio García Urrea sustituido por Oscar Antonio Salazar Medina, Nuria Isabel Monje Hidalgo y Enrique Parrilla Barascut quien me dio incondicional apoyo, y yo que en el primer periodo fungí como Secretario. Posteriormente se adhirieron como delegados titulares Víctor Manuel Molina Jaramillo y Juanita Ibarburú de Monterroso. También fueron delegados suplentes Antonio Edelman Monzón, Carlos Humberto Gándara Sánchez, Mario René Sánchez Barrios, Francisco Villatoro Argueta, Salvador Augusto Bonini, Rita María Porras Ibarra, María Cristina de la Vega Ordóñez, Amafredo Castellanos Hernández, Ramiro Mac Donald López, Edwin Salvador Mérida Higueros y Manuel Alberto Zarco Bolaños.

Así como tengo en la mente a los compañeros con quienes trabajamos en el período 1990 1994, también guardo un respetuoso recuerdo de los 64 afiliados que en doce años han fallecido pero que mediante sus nombres que están en este salón, siento su solidaria presencia en las luchas libradas en este recinto por el fortalecimiento del Instituto para que pueda cumplir a cabalidad los objetivos de las metas trazadas desde su creación.

Aquel proyecto en el que muy pocos creyeron cuando lo presenté a la asamblea general de la APG en octubre de 1989 ha ido creciendo. Aún no es grande, pero por ese camino va. Viene a mi memoria aquel día cuando en 1992, con mucha emoción, el entonces Presidente Julio César Anzueto, el Vocal Hugo Rolando López y yo, fuimos a hacer el primer depósito a plazo fijo al Banco del Ejército.

Coronamos con total éxito el período que hoy concluye. Reconocemos que hubo discrepancias, algunas de grado extremo pero por fortuna fueron superadas. Quien está habituado a trabajar en equipo, no puede ni debe adjudicarse el mérito por el éxito alcanzado. Modestamente, este es mi caso porque trabajamos en equipo. No hubo ninguna decisión, ni una sola, que haya sido individual o que pueda atribuirse a una persona en particular. Casi todas fueron aprobadas por unanimidad, pensando siempre en el bienestar de los afiliados y afiliadas, sin egoísmos de ninguna clase y acorde a la filosofía de la institución. En pocas palabras, el mérito es de todos.

El Consejo Directivo trabajó no sólo por el fortalecimiento financiero del Instituto; revisó y reforzó su administración, resolvió problemas heredados y mejoró las prestaciones, consciente que este es punto medular de la Institución y de los afiliados. Todo esto hicimos. Pero también nuestro propósito fue impulsar una acción constante para recuperar la armonía y concordia, recordando los primeros años de existencia del Instituto. Por razones que no es del caso señalar, este propósito no pudimos lograrlo totalmente.

Cuando integramos el grupo Trabajo, Unidad y Transparencia para participar en la elección del 2004 diseñamos un plan de acción que en su totalidad unánimemente fue aprobado por el Consejo Directivo en pleno. No es mi propósito sobrevalorar nuestra gestión, mucho menos demeritar la de anteriores Consejos Directivos ni hacer detallada relación» del trabajo realizado. Por justicia, destacaré algunos aspectos que son muestra del éxito que tuvo el Consejo Directivo que hoy concluye su periodo y que por lógicas razones tiene que ser comparado con anteriores.

En materia contable, por razones obvias, solo podemos dar resultados a noviembre recién pasado y no al cierre del período. Sin embargo los datos permiten asegurar rotundo éxito que está a la vista. Por ejemplo, el Activo corriente que significa el grado de liquidez del Instituto, mantuvo un constante desarrollo y a noviembre registra un incremento del 21.72% con relación al del 31 de diciembre de 2004. En cuanto al activo no corriente, que representa la solidez de la institución, a partir de 1997 registró un decrecimiento casi permanente. En el 2005 se recuperó, hasta alcanzar en el 2006 el significativo crecimiento del 258.47% siempre con relación al 2004. Finalmente en el Patrimonio Social, que refleja la solvencia del Instituto para cumplir sus compromisos, hubo un incremento del 30.96% con relación al del 2004.

Al recibir la conducción del Instituto hace justamente dos años, el mayor ingreso por Timbre de Piensa se obtuvo en 2004. A noviembre de 2006, ya se habla superado en el 17.45 %. El ingreso total, siempre a noviembre, rebasó el 20.27% al de 2004 y será el mayor ingreso jamás logrado en toda la historia del Instituto. En cuanto al excedente acumulado, la cifra más alta se obtuvo en el 2001 y también ya la superamos el 39.02%.
En los diversos rubros que constituyen la espina dorsal del Instituto, el resultado de este período es altamente satisfactorio. Las inversiones a plazo fijo aumentaron el 23.30% y los intereses captados por este concepto en el período rebasaron el 36%, siempre con relación a 2004. Aunque los gastos de operación y funcionamiento y los gastos sociales también aumentaron en nuestro ejercicio, porcentualmente con relación a los ingresos fueron menores a los de 2004. En efecto, en funcionamiento disminuyeron de 10.03 a 9.40%, en tanto que los sociales se redujeron de 56.82 a 52.16%, no obstante las pensiones autorizadas y los afiliados que pasaron de pensionados a jubilados, prestación que fue elevada en más del 33% en 2005.

La Auditoría tiene bajo su responsabilidad la verificación continua o periódica de los activos y pasivos declarados. Un Auditor Interno evalúa el comportamiento organizativo de los directivos y es un asesor de la administración. En nuestro caso, el señor Auditor Interno, licenciado Jorge Mario Bocanegra, proporcionó valioso aporte. Determinó en forma correcta
el organigrama del Instituto, que es base para la planificación, dirección y operaciones de control. Ahora, el organigrama divide claramente la autoridad, responsabilidades y deberes entre los miembros del Instituto. Con base en las normas del estudio actuarial, por vez primera fueron establecidas las reservas técnicas para cada prestación. Además, elaboró el Manual de Contabilidad del que se carecía, instituyó políticas y procedimientos de contabilidad y estableció nueva nomenclatura contable para facilitar el control.

Actualmente se hace arqueo mensual de los títulos de inversiones. Es decir, hay más seguridad. Se rompió el esquema tradicional de auditoría forense que revisaba sólo lo ejecutado. Conforme el reglamento de la ley, se realiza control previo y posterior de gastos e inversiones, se revisan mensualmente los estados financieros, cuentas contables y de pagos y hay vigilancia mensual del equilibrio financiero del Instituto.

En cuanto a la reglamentación, fue reformado el reglamento de funcionamiento del Consejo Directivo, vigente desde 1991; fueron aprobados los reglamentos de viáticos, de préstamos personales, normas para uso de servicios funerarios para familiares de afiliados, para uso del panteón y para obtención de préstamos personales del personal administrativo. Fue derogada una disposición que unió las prestaciones de enfermedad común aguda con crónica y se hizo interpretación correcta conforme está redactado el artículo, del techo para hospitalizaciones e intervenciones quirúrgicas. El Reglamento de la ley fue reformado en los aspectos que era urgente, así como el reglamento de enfermedad común y aprobada por la asamblea la revisión integral y reforma del reglamento de jubilación para corregir injusticias y enmarcarlo en lo que manda la ley del Instituto. Con la reforma de este reglamento quedó derogada la denominada pensión escalonada y posteriormente también el Acuerdo Extraordinario de Emergencia número AG 01 99, quedando nivelado así el monto de los llamamientos para todos los afiliados.

En el período que hoy concluye, fue necesario demandar a varias empresas por apropiación indebida del Timbre de Prensa cobrado, lográndose un arreglo conciliatorio con casi todas. En los dos años, estas demandas generaron ingresos por Q 303,595.84. En el período fueron publicados dos números de la revista del IPSP, con facturación total, sin incluir gastos, de Q 151,187.00.

Para el décimo quinto aniversario el 13 de diciembre de 2005, fue convocado un concurso de anécdotas periodísticas. Esta actividad despertó mucho interés ya que nunca se habla realizado un certamen de esta naturaleza, que presenta pasajes del ejercicio periodístico de numerosos afiliados. Está pendiente la publicación de los trabajos que pasaron a ser propiedad del Instituto.

Una antigua propuesta de 1996, retomada por el señor Vicepresidente Ricardo Castro Barillas y aprobada por el Consejo Directivo, fue la construcción del panteón del Instituto construido en el cementerio Los Cipreses con 48 nichos y 15 osarios. Hoy, ya tiene el primer huésped: nuestro apreciable compañero Francisco Humberto Ávila Mazariegos, fallecido el 14 de noviembre recién pasado. También compramos 20 servicios funerarios para afiliados y otros más que pueden ser adquiridos para familiares cercanos. Igualmente, como inversión, compramos 20 fracciones de terreno en el cementerio Jardines de San José, en San José Pinula, a un favorable precio negociado por el señor Vicepresidente y aprobado por el Consejo Directivo. Estas fracciones ya están adquiriendo plusvalía.

Fue totalmente renovado el equipo de computación y autorizada la elaboración de nuevos programas informáticos, hechos a la medida, para integrar todo el sistema y facilitar la obtención de reportes, trabajo que está a cargo del señor encargado de cómputo, don Félix Roberto Flores Ramos. Pese a los esfuerzos realizados y a nuestro deseo, no fue posible que entraran a funcionar este año sino hasta el 2007. El futuro Consejo Directivo dispondrá de valiosa herramienta que beneficiará a la institución y a los afiliados y afiliadas.

Fueron contratados los servicios de la firma Natal Actuarios, de México, para realizar una Valuación Actuarial, como paso previo para la reforma del Reglamento de la Pensión por Jubilación y el incremento de un mil quetzales a la prestación. El resultado fue hecho de conocimiento de la asamblea general, así como la opinión que en ese momento la situación del régimen era sólida, pero que con el incremento de la jubilación, lo recomendable era hacer una valuación actuarial cada dos años mínimo para mantener permanente vigilancia.

Con certeza afirmamos que el Instituto cumple uno de los dos objetivos básicos de su creación: dar protección al viejo periodista que dedicó su vida productiva a esta actividad. Ahora falta el otro: fortalecer la institución para que pueda proteger a futuras generaciones de periodistas. Dedicamos especial atención a romper la barrera de la apatía y escepticismo existente en el medio y podemos decir que en gran medida lo hemos logrado. En estos dos años ingresaron 30 afiliados, periodistas en activo, y este mes aprobamos 15 más quienes, de no haber objeción, podrán ser juramentados en la asamblea general de enero.

En materia de afiliados, el Consejo Directivo se caracterizó por tratar de atender sus requerimientos, siempre y cuando estuvieran dentro de lo que establecen la ley matriz del Instituto, su reglamento y los reglamentos de las respectivas prestaciones. Esto ocasionó algún comentario desfavorable o molestia del interesado, pero aclaramos enfáticamente, nunca fue con el ánimo de perjudicar, sino que es necesario aceptar que el Instituto debe de funcionar como institución organizada, de acuerdo con lo que establece su estructura legal, porque en un régimen de previsión social el amiguismo es su peor enemigo y esto siempre debemos tenerlo presente. Fueron otorgadas 12 pensiones; 26 pensionados pasaron a jubilados, 10 más se jubilaron, se otorgaron 2 pensiones por orfandad y a un afiliado la asamblea general le autorizó ayuda durante un año. En nuestro período, 13 afiliados fallecieron.

Al concluir su período el Consejo Directivo entrega un Instituto sólido, en franco y claro crecimiento. Esto no quiere decir que esté garantizada su estabilidad futura. Debemos ser cuidadosos. Como he afirmado y lo sostengo, el IPSP es la mayor conquista que para el gremio nos dejó el siglo veinte y en consecuencia, estamos obligados a fortalecerlo para que las generaciones de periodistas que aún no han nacido tengan una institución sólida que los proteja y a sus familias.

A quienes hace dos años votaron por nosotros, les decimos con la frente en alto que no los defraudamos. Cumplimos hasta donde las circunstancias permitieron aunque lamentablemente algunos puntos de nuestro plan de acción no fue posible hacerlos realidad; sin embargo, lo básico, fundamental, se cumplió. Aceptamos que como humanos pudimos incurrir en errores, pero nunca fueron intencionales.

Antes de las elecciones para evitar una intencionalidad inexistente, impulsamos la creación de una Comisión fiscalizadora, convencidos que es necesario transparentar la actuación de los Consejos Directivos y evitar rumores malintencionados que lesionan la dignidad e integridad de sus miembros. También quisimos presentar un historial financiero de¡ Instituto porque es algo que todos debemos conocer. Por razones que no es del caso mencionar, ambos propósitos se quedaron sólo en eso.

Era nuestro anhelo muy sentido la construcción del nuevo edificio, como en su momento fue nuestra sede actual. Ese deseo se vio frenado debido a que el terreno, como es frecuente en inmuebles del centro histórico de nuestra capital, tiene mayor extensión que la pagada y registrada. Dejamos pendiente también la reforma al reglamento de la ley y aunque no constituye pretexto, lamentamos no haber obtenido respuesta de los afiliados para presentar sus propuestas. Otro anhelo truncado fue no poder convertir el salón de sesiones de asamblea cuando éstas no se realicen, en centro de recreo en lugar de sitio de estacionamiento para vehículos. Por diversas razones no pudimos nombrar un trabajador o trabajadora social que apoye a los afiliados, así como reanudar la publicación de IPSP AL DíA e integrar en un solo cuerpo los reglamentos de prestaciones y disposiciones dispersas.

Nuestro agradecimiento especial a todas las compañeras afiliadas y compañeros afiliados por su comprensión y apoyo en estos dos años que hoy concluyen y a quienes colaboraron con nosotros como miembros de diversas comisiones de trabajo.

Finalmente, una nota personal. He cumplido doce años al servicio del Instituto, cuatro de ellos sin recibir ni un centavo por concepto de dietas; son doce años que de alguna manera le sustraje a mi familia. Creo difícil que me decida a participar en una futura elección. Lo que aporté al gremio en la actividad que ejercí durante la mayor parte de mi vida productiva, lo hice con responsabilidad, integridad, honradez y probidad, sin escatimar esfuerzo, tiempo ni dedicación. Tengo la satisfacción de no haberle hecho daño a ninguna persona y he tratado de hacer el bien conforme la enseñanza que recibí en el hogar.

A todos los compañeros del Consejo Directivo y de manera especial con quienes integramos el grupo Trabajo, Unidad y Transparencia, mil y mil gracias por su solidaridad y apoyo. Realmente y objetivamente hablando, debemos estar muy satisfechos de lo que hicimos en este periodo.

Parafraseando una canción de la famosa cantante chilena Violeta Parra, expreso: “Gracias a la vida, que me ha dado tanto; me ha dado muchas satisfacciones y también desengaños”. Muchas gracias.

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DISCURSO DE RICARDO CASTRO BARILLAS, TRAS SER JURAMENTADO COMO PRESIDENTE DEL CONSEJO DIRECTIVO DEL IPSP PARA EL PERÍODO 2006-2008

Primero es mi deseo dar gracias a Dios por permitirme, con el voto de la mayoría de afiliados, estar a la cabeza de ésta noble institución protectora de los periodistas. Sin la voluntad del Creador hubiese sido imposible ser electo presidente del IPSP. Segundo, quiero dejar patentizado mi agradecimiento para todos aquellos afiliados quienes han depositado su fe en mi persona, y en el equipo que integra ahora el Consejo Directivo dos mil seis dos mil ocho y a las estimadas damitas quienes también confían en nuestro equipo, les digo que no vamos a defraudarlas ya que, durante dos años como vicepresidente, procuré darles todo mi apoyo, lo mismo que a muchos compañeros.

Me siento muy satisfecho de ser presidente pero ahora con mucha más responsabilidad. Como vicepresidente todos saben que cumplí sin haber prometido nada. Hoy de nuevo, tampoco prometo más que dar trabajo y honradez lema de nuestra campaña proselitista con mi planilla: Carlitos Larrañaga Gomar: hombre íntegro, capaz, honrado y honesto; el doctor Leonel Guerra Saravia en el IPSP se le aprecia y se le conoce por las mismas cualidades que Carlitos. Honrado, honesto, muy profesional como médico en toda la extensión de la palabra y así lo ha demostrado con la gran cantidad de afiliados a quienes ha tratado como médico. Eduardo Morel Barrios, Federico Guillermo Silva, Ana María Rocha, periodistas que saben del sufrimiento de los periodistas y que están dispuestos a dar trabajo y tiempo para lograr que el Instituto salga adelante y con nuestra Institución todos los afiliados.

Nuestros planes son simples: Trabajar con honradez, cumplir la ley y sus reglamentos; proteger a más número de periodistas, mejorar las prestaciones de acuerdo a las posibilidades financieras. El instituto está en capacidad, pues como ustedes saben, el activo no corriente es la solidez de toda empresa y el IPSP tiene ahora, más de treinta y dos millones y contamos, hasta el mes de septiembre recién pasado, con un excedente de más de cuatro millones de quetzales y un patrimonio de 41 millones con reservas para prestaciones reglamentarias, pues durante mi gestión como vicepresidente me preocupé porque hubiese más ingresos, y viajé incluso a Huehuetenango dándome el IPSP sólo la gasolina logrando recuperar muchos miles de quetzales de morosos. Sé que falta mucho por hacer, y lo vamos hacer para que todos los periodistas tengamos un verdadero retiro decoroso como dice la Ley del IPSP, cuando lleguemos a la edad de retirarnos y nos jubilemos. A los nuevos afiliados que han ingresado y que ingresarán, les corresponderá cuidar lo que se ha logrado, administrarlo con mucho tacto e incrementar el renglón financiero pues muchos llegarán a la tercera edad tarde o temprano. No me queda por el momento más que pedir a Dios que los bendiga a todos, a sus familias y a ésta querida institución. Muchas gracias.

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